Hablemos de nuestro Código de Ética
Hola, hoy les vengo a hacer una reflexión acerca del contenido de los artículos VI y VII del Código de Ética Profesional del Colegio de Bibliotecarios de Costa Rica.
Como sabrán el Colegio de Bibliotecarios de nuestro país es el encargado de velar por nuestra profesión, a la vez que se encarga de promover e impulsar el estudio de la ciencia bibliotecaria, así como la enseñanza de la misma, también de dignificar el ejercicio de la profesión en todos los aspectos y muchas otras tareas más.
Ademas de lo anterior, este ente también creo un Código de Ética para nosotros los bibliotecarios, con reglas varias acerca de como debemos desenvolvernos durante nuestro trabajo el cual debemos acatar. Ahora bien, quisiera compartir mi punto de vista acerca de dos artículos específicos de este:
CAPITULO VI
DEBERES DE LOS BIBLIOTECARIOS Y LAS BIBLIOTECARIAS
PARA CON LOS USUARIOS
41. Proporcionar los servicios que presta la biblioteca a todas las personas que lo requieran, sin discriminación o parcialidad alguna por motivos de grupo étnico, nacionalidad, o credo político, o como medio para obtener ventajas de cualquier índole.
42. Prestar su ayuda profesional a los usuarios y usuarias, así como procurar que se sientan a gusto dentro del recinto de al biblioteca y libres de recabar la información que les sea necesaria.
43. Abstenerse de divulgar todo tipo de información confidencial sobre las personas que frecuentan la biblioteca y que pueda redundar en perjuicio de las mismas.
44. Tener en cuenta el nivel cultural del usuario y la usuaria para adecuar a este factor la información que se le suministre.
CAPITULO VII
DEBERES DEL BIBLIOTECARIO Y LA BIBLIOTECARIA
PARA CON LA SOCIEDAD
45. Hacer asequible a la sociedad en el caudal de información y conocimientos, contenido en la colección de que dispone.
46. Procurar que la colección responda a los intereses de la comunidad de usuarios y usuarias.
47. Luchar para que dentro de la comunidad a la que sirve, la unidad de información responda a las necesidades socioculturales del medio y ocupe así un lugar prominente entre las instituciones culturales que al integran.
48. Considerar las unidades de información y sus servicios como una fuente nacional de recursos importante, que debe estar al servicio del interés público.
49. Esforzarse para que la bibliotecología contribuya efectivamente en las labores de investigación necesarias para lograr el avance científico y tecnológico de la sociedad.
50. Los bibliotecarios y las bibliotecarias deben velar para que la biblioteca sea un ente dinámico que propicie el desarrollo integral de los pueblos, así como los postulados democráticos que promueven la libre expresión y el libre acceso a todas las ideas, como uno de los derechos humanos fundamentales.
51. Llevar a cabo actividades de extensión cultural.
Fuente: http://www.metabase.net/metarecursos/profesionales/pdf/codigo_etica.pdfSobre el CAPITULO VI
El capitulo VI del código de ética del bibliotecario muestra las actitudes que un profesional debe mostrar al tratar a los usuarios, el respeto, la cordialidad y paciencia que son necesarias para ayudar a los demás.
Esta no es solamente una exigencia para esta profesión sino una forma de vida que todos deberíamos seguir. Si bien es cierto este tipo de llamados que se hacen caen más bien en una doctrinización de los valores, no es algo como para tomarse a la ligera, las regulaciones de este capitulo y muchos otros rescatan reglas elementales que no solo nos definen a un profesional, sino que definen en su esencia a una persona, a un ser humano.
Primero se nos dice como tratar a un usuario, sin importar quien sea o de donde venga, todos merecen un servicio digno, no somos jueces, no podemos dejar que las emociones, prejuicios y preconceptos nublen nuestro criterio.
El ambiente en el cual nos desempeñemos, procuremos que sea optimo no solo para nosotros sino para todos en general, que se vuelva un lugar amigable en el cual no exista temor por parte de los usuarios a cuestionar al bibliotecario sobre como encontrar un libro, que se note nuestro animo a ayudar a otros, inclusive si otros nos exasperan, con más razón debemos demostrar nuestro calidad como personas y servirles con respeto.
Inclusive convertirse a veces en maestros para ayudar a una persona que no comprende algo es una actividad que se debe llevar a cabo con orgullo y respeto.
No debemos caer en la tentativa de perjudicar a los usuarios, bien establecido esta que no es permitido divulgar la información confidencial, ya sea como venganza o por beneficio propio, y pensándolo de una manera lógica el más perjudicado al final es uno mismo como persona, que al llegar a caer en esas acciones pierde no solo confiabilidad como profesional, sino que se pierde dignidad como persona.
Sobre el CAPITULO VII
El capitulo VII muestra el camino, la obligación de este profesional con la sociedad en la cual se desempeña. Una forma de desempeño que es a nuestro parecer, un deber solo de valientes.
Una valentía que se refleje en el ánimo de mejorar la forma de mostrar y proporcionar la información, en procurar que la información que se encuentre sea interés para la comunidad con los más altos estándares de excelencia posibles.
Que la biblioteca no se convierta en un lugar muerto, que tenga una relevancia social, con actividades que promuevan la cultura, que se dinamice y ayude al desarrollo de su ambiente promoviendo la libertad y búsqueda del conocimiento, esto como un derecho humano indispensable.
El esfuerzo, el carácter y la voluntad de luchar por hacer que se le de la importancia merecida a una institución de tan alta índole no es una tarea para cualquiera, se debe ser un profesional con iniciativa, dispuesto a cambiar lo que este mal y reemplazarlo con soluciones innovadoras, en fin, hacerse valer.
Para Finalizar...
Como vimos, estas reglas se hacen pensadas en que debemos actuar dando lo mejor de nosotros, sin mirar a quien, mientras nos desenvolvemos profesionalmente y de una manera correcta con nuestros compañeros.
Una violación de este código, es una transgresión a los valores que exige una profesión, el caer en ello supone un desinterés por la moral requerida para llevar a cabo ese cargo y requiere medidas disciplinarias de diversa índole.
Espero todos podamos tomar lo mejor de cada uno y trabajar con amor y esmero, y que esta reflexión sirva como una ayuda en la formación de mejores profesionales.
"Contribución realizada por: Felipe Reyes Castillo"