martes, 20 de octubre de 2009

Acerca de nuestro Código de Ética




Hablemos de nuestro Código de Ética

Hola, hoy les vengo a hacer una reflexión acerca del contenido de los artículos VI y VII del Código de Ética Profesional del Colegio de Bibliotecarios de Costa Rica.


Como sabrán el Colegio de Bibliotecarios de nuestro país es el encargado de velar por nuestra profesión, a la vez que se encarga de promover e impulsar el estudio de la ciencia bibliotecaria, así como la enseñanza de la misma, también de dignificar el ejercicio de la profesión en todos los aspectos y muchas otras tareas más.

Ademas de lo anterior, este ente también creo un Código de Ética para nosotros los bibliotecarios, con reglas varias acerca de como debemos desenvolvernos durante nuestro trabajo el cual debemos acatar. Ahora bien, quisiera compartir mi punto de vista acerca de dos artículos específicos de este:

CAPITULO VI
DEBERES DE LOS BIBLIOTECARIOS Y LAS BIBLIOTECARIAS

PARA CON LOS USUARIOS


41. Proporcionar los servicios que presta la biblioteca a todas las personas que lo requieran, sin discriminación o parcialidad alguna por motivos de grupo étnico, nacionalidad, o credo político, o como medio para obtener ventajas de cualquier índole.


42. Prestar su ayuda profesional a los usuarios y usuarias, así como procurar que se sientan a gusto dentro del recinto de al biblioteca y libres de recabar la información que les sea necesaria.


43. Abstenerse de divulgar todo tipo de información confidencial sobre las personas que frecuentan la biblioteca y que pueda redundar en perjuicio de las mismas.


44. Tener en cuenta el nivel cultural del usuario y la usuaria para adecuar a este factor la información que se le suministre.


CAPITULO VII
DEBERES DEL BIBLIOTECARIO Y LA BIBLIOTECARIA

PARA CON LA SOCIEDAD


45. Hacer asequible a la sociedad en el caudal de información y conocimientos, contenido en la colección de que dispone.


46. Procurar que la colección responda a los intereses de la comunidad de usuarios y usuarias.


47. Luchar para que dentro de la comunidad a la que sirve, la unidad de información responda a las necesidades socioculturales del medio y ocupe así un lugar prominente entre las instituciones culturales que al integran.


48. Considerar las unidades de información y sus servicios como una fuente nacional de recursos importante, que debe estar al servicio del interés público.


49. Esforzarse para que la bibliotecología contribuya efectivamente en las labores de investigación necesarias para lograr el avance científico y tecnológico de la sociedad.


50. Los bibliotecarios y las bibliotecarias deben velar para que la biblioteca sea un ente dinámico que propicie el desarrollo integral de los pueblos, así como los postulados democráticos que promueven la libre expresión y el libre acceso a todas las ideas, como uno de los derechos humanos fundamentales.


51. Llevar a cabo actividades de extensión cultural.


Fuente: http://www.metabase.net/metarecursos/profesionales/pdf/codigo_etica.pdf


Mi Reflexión

Sobre el CAPITULO VI


El capitulo VI del código de ética del bibliotecario muestra las actitudes que un profesional debe mostrar al tratar a los usuarios, el respeto, la cordialidad y paciencia que son necesarias para ayudar a los demás.


Esta no es solamente una exigencia para esta profesión sino una forma de vida que todos deberíamos seguir. Si bien es cierto este tipo de llamados que se hacen caen más bien en una doctrinización de los valores, no es algo como para tomarse a la ligera, las regulaciones de este capitulo y muchos otros rescatan reglas elementales que no solo nos definen a un profesional, sino que definen en su esencia a una persona, a un ser humano.


Primero se nos dice como tratar a un usuario, sin importar quien sea o de donde venga, todos merecen un servicio digno, no somos jueces, no podemos dejar que las emociones, prejuicios y preconceptos nublen nuestro criterio.


El ambiente en el cual nos desempeñemos, procuremos que sea optimo no solo para nosotros sino para todos en general, que se vuelva un lugar amigable en el cual no exista temor por parte de los usuarios a cuestionar al bibliotecario sobre como encontrar un libro, que se note nuestro animo a ayudar a otros, inclusive si otros nos exasperan, con más razón debemos demostrar nuestro calidad como personas y servirles con respeto.


Inclusive convertirse a veces en maestros para ayudar a una persona que no comprende algo es una actividad que se debe llevar a cabo con orgullo y respeto.


No debemos caer en la tentativa de perjudicar a los usuarios, bien establecido esta que no es permitido divulgar la información confidencial, ya sea como venganza o por beneficio propio, y pensándolo de una manera lógica el más perjudicado al final es uno mismo como persona, que al llegar a caer en esas acciones pierde no solo confiabilidad como profesional, sino que se pierde dignidad como persona.



Sobre el CAPITULO VII


El capitulo VII muestra el camino, la obligación de este profesional con la sociedad en la cual se desempeña. Una forma de desempeño que es a nuestro parecer, un deber solo de valientes.


Una valentía que se refleje en el ánimo de mejorar la forma de mostrar y proporcionar la información, en procurar que la información que se encuentre sea interés para la comunidad con los más altos estándares de excelencia posibles.


Que la biblioteca no se convierta en un lugar muerto, que tenga una relevancia social, con actividades que promuevan la cultura, que se dinamice y ayude al desarrollo de su ambiente promoviendo la libertad y búsqueda del conocimiento, esto como un derecho humano indispensable.


El esfuerzo, el carácter y la voluntad de luchar por hacer que se le de la importancia merecida a una institución de tan alta índole no es una tarea para cualquiera, se debe ser un profesional con iniciativa, dispuesto a cambiar lo que este mal y reemplazarlo con soluciones innovadoras, en fin, hacerse valer.



Para Finalizar...


Como vimos, estas reglas se hacen pensadas en que debemos actuar dando lo mejor de nosotros, sin mirar a quien, mientras nos desenvolvemos profesionalmente y de una manera correcta con nuestros compañeros.


Una violación de este código, es una transgresión a los valores que exige una profesión, el caer en ello supone un desinterés por la moral requerida para llevar a cabo ese cargo y requiere medidas disciplinarias de diversa índole.


Espero todos podamos tomar lo mejor de cada uno y trabajar con amor y esmero, y que esta reflexión sirva como una ayuda en la formación de mejores profesionales.




"Contribución realizada por: Felipe Reyes Castillo"


4 comentarios:

  1. Hola Felipe!
    El comentario que hiciste sobre el tema del código de ética me parece muy importante. Creo que todos deberíamos seguir con este código, pero por desgracia hay bibliotecarios que no lo hacen y dejan a la biblioteca con una mala impresión. Sin embargo, me parece que con un esfuerzo podemos recordarles la importancia de trabajar con motivación y profesionalismo, tal vez como una capacitación o un medio de comunicación que difunde la informacíón, porque trabajar tanto tiempo atendiendo a usuarios con un buen tono y amabilidad debe ser muy cansado y se les puede olvidar o dejarles de dar importancia (pero tampoco es una excusa) y como futuros bibliotecólogos tenemos que pensar en evitar caer en ese error.

    Gracias por hacer una contribución tan buena.


    Comentario realizado por Daniela M.

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  2. Me parece muy importante rescatar y tomar en cuenta los niveles o códigos a los que profesionalmente estamos sujetos los bibliotecólogos.

    Como profesionales de la información estamos en la obligación de brindar servicios de calidad a los usuarios, esto forma parte de las características con las que debe contar un biblotecólogo independientemente de la unidad o cargo que desempeñe. Nosotros somos parte de la carta de presentación de una biblioteca por tanto debemos regirnos bajo estándares de calidad, esto también contribuye a la satisfacción de los usuarios.

    Contribución de: Yolanda Leal

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  3. Curioso, nunca se me había ocurrido revisar este código. Imagino que muchos profesionales de nuestra carrera tampoco lo han visto siquiera.
    Debiera estar en la biblioteca personal de todo profesional de la información, que sea nuestro código de conducta.
    Realmente el hombre por su naturaleza necesita inevitablemente leyes que regulen su ambito de actuación....los invito para aprovechemos y no solo nos quedemos con esta reflexión que nos hizo Felipe, sino que lo leamos con seriedad y conscientes de nuestra responsabilidad.

    Wendy MC

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  4. ¿donde está la discusión? todos piensan que es muy positivo ser obediente al reglamento y que hacer lo contrario sería un disparate o un acto casi delictivo que tiene que ser severamente sancionado. Los reglamentos tratan de uniformar moralmente, cuando es fácil darse cuenta que no existe (ni ha existido en la historia) una sola moral. Hipotéticamente ¿si un bibliotecario se opone a algún aspecto del reglamento eso lo hace necesariamente un mal bibliotecario?...

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