El servicio de referencia de la Biblioteca Carlos Monge

La experiencia que quiero compartir ocurrió un día en la Biblioteca Carlos Monge. Cuando entré al segundo año de carrera y me di cuenta en qué consistía Referencia, me pareció una buena idea utilizar el servicio para ver si de verdad los referencistas hacían todo lo que me estaban enseñando en el curso. Fui al medio día, y me atendió una señora flaca, pelo corto café y alta. LLegué y le presente mi duda: Qué es una realia? Su respuesta fue: Vaya y busque en los diccionarios del tercer piso. Bueno, un poco ya frustrada fui a buscar, pero no encontré nada tras buscar libros y diccionarios y todo. Ya cuando estaba resignada a que no iba a encontrar la respuesta, baje por las escaleras para salir de la biblioteca cuando me topé con esta señora, y me pregunta: Encontró lo que buscaba? Y yo le dije: No, no pude. Y su respuesta fue levantar las hombros, en señal de que ni modo, no se pudo. Ese día salí decepcionada de la biblioteca.Y desde entonces no volví ni recomendé el servicio de referencia de la Carlos Monge (no quería que otra gente quedara con la misma frustración y desilución). Además, no ha sido la única vez que me ha atendido mal esta misma señora, ya me ha pasado antes que he preguntado por otras cosas y me ha respondido de muy mal modo, así como también me han atendido mal en otros servicios de referencia de la universidad.

Es una lástima ver cómo se desperdicia el potencial de estas bibliotecas en profesionales y funcionarios que no les importa mientras otras personas necesitan de sus servicios y de su información. Ojalá que algún se pueda corregir este y otros defectos de las bibliotecas de la UCR por el bien de los usuarios y de sus propios profesionales.

Aporte realizado por Daniela Muñoz